Por Joel Comiskey, 2018
Un grupo del campus de Intervarsity se consumió con la búsqueda de formas de atraer a los no creyentes. Los eventos sociales no estaban funcionando, a pesar de todas las invitaciones y planificación. Finalmente, uno de los trabajadores exasperados dijo: “Traeré a mi amigo no cristiano a la reunión de oración esta noche”. El líder del campus temía lo que podría pasar. ¿Podría el incrédulo ser incomodado por la lectura de las Escrituras, la adoracion cristiana y el compartir en profundidad?
Está persona vino a la reunión y disfrutó de cada momento. Estaba emocionado de ver gente adorando, le gustaba el intercambio de una manera profunda. Él sintio la autenticidad, ¡y fue bueno!. Mientras reflexionaban sobre lo sucedido, pudieron ver que sus amigos no cristianos estaban hambrientos de Dios y de tener relaciones auténticas. No querían los grandes programas impersonales; querían experimentar con las personas orando, leyendo las Escrituras y adorando a Dios.
Uno de los sorprendentes descubrimientos, que Jim Egli y yo encontramos en nuestro libro Groups that Thrive, es que la adoración no es una barrera para los invitados inconversos, aunque no estén familiarizados con las canciones; la presencia de Dios experimentada en la adoración puede ser sentida por estas nuevas personas y ayuda a atraerlos a la célula y a Cristo.
Groups that Thrive se enfoca en Jesús. Cuando las personas experimentan la presencia y el amor de Cristo, se sientan y toman nota. El evangelismo más efectivo es elevar a Jesús y permitir que Jesús ministre a las personas, de hecho, recomendamos incluir tanta adoración como sea posible. Lleva a Dios a la escena principal y asi darás la bienvenida a los no creyentes.
Las personas se unirán a la célula porque quieren experimentar a Dios; tienen peticiones de oración y otras necesidades; ellos están hambrientos de apoyo de los cristianos y de Dios. Al no incluir la adoración, los recién llegados pueden decidir que la célula no vale su tiempo. Ellos pueden tener interacción social en cualquier lugar: un Starbucks, el trabajo o pasando timepo con un amigo. Pero, ¿dónde pueden ir para encontrar a Dios? Es muy probable que esa sea la razón por eso que vinieron a la célula. No escondas a Jesús, deja que sea el foco de la actividad celular.
Antioch Community Church, con sede en Waco, Texas, comenzó como un movimiento juvenil en el campus de la Universidad Baylor y ahora planta iglesias en todo el mundo, centrándose en los jóvenes cuyo objetivo es alcanzar un mundo perdido para Jesús. Todoas sus células adoran a Dios y le piden que ministre a los presentes. Un líder de una celula de jóvenes describió una de las reuniones de su grupo:
Cada joven que cruzó la puerta de la célula estuvo llorando durante la adoración cuando oramos por ellos, hablamos palabras proféticas a sus vidas y escuchamos sus corazones. La cabeza de un estudiante se curó, otra niña decidió darle su vida al Señor por primera vez, y todos se conmovieron profundamente con Jesús.
Se que no todas las células son tan dinámicas como esta, pero sí tenemos que hacer que Dios sea el foco de la actividad celular de forma proactiva para que los creyentes y los incrédulos experimenten su presencia.