Asesoramiento celular
por Joel Comiskey.
Yo vivo en el desierto. Esto significa que las temperaturas suben en el verano y bajan en el invierno. ¿Alguna vez has tratado de crecer cesped en el desierto y mantenerlo verde? No es fácil. Sin embargo, me parece un reto, año tras año para mantener el cesped natural, en lugar de manejar hierbas malas, como tantos céspedes alrededor de mi casa.
En realidad, se ha convertido en una experiencia espiritual para mí, porque a menudo pienso en muchas de las aplicaciones de la iglesia celular, cuando estoy matando malas hierbas, plantando nuevo cesped, fertilizándolo, o regándolo.
Tender cesped es trivial comparado con el cuidado de los líderes celulares o pastorear una iglesia. Son similares, sin embargo, porque ambos requieren de atención, estrategias y trabajo duro.
Muchas iglesias celulares no cuidan suficientemente a sus células y líderes celulares. Los líderes celulares tienen que valerse por sí mismos y con frecuencia desarrollan “manchas marronas y secas.” Otras iglesias celulares ponen demasiada agua, exigiendo que sus líderes estén ocupados todas las noches de la semana. Algunas iglesias no fertilizan sus líderes al no desarrollar sus capacidades actuales ni ofrecen una formación de nivel superior.
En la iglesia celular hay muchos diferentes tipos de hierbas malas. Para ver realmente e identificar las malas hierbas, un supervisor (asesor, “coach”) debe comunicar con el líder, su familia y la propia célula. El supervisor debe observar al líder en una variedad de circunstancias para entender realmente lo que está pasando.
En marzo en el blog de JCG, vamos a explorar cómo cuidar adecuadamente a las células y los líderes celulares. Vamos a identificar los problemas que pueden destruir el ministerio celular.