Liderazgo Pastoral
Por Joel Comiskey
Capítulo 4: Los Jóvenes en Células Intergeneracionales
Cuando Jacob Shuey estaba en cuarto grado, formó parte de un grupo intergeneracional (GI) en la York Alliance Church (Iglesia de la Alianza York). Continuó con ese grupo intergeneracional durante toda su adolescencia y ahora, diecinueve años más tarde, a la edad de veintinueve años, dirige un grupo intergeneracional. “Es increíble escuchar la sabiduría de una persona de sesenta años cuando sólo eres un adolescente”, él me dijo. “De eso se trata los grupos intergeneracionales”. Cuando su familia se mudó a York, Pensilvania, toda su familia se involucró en un grupo intergeneracional. Su padre y tres hermanos menores siguen formando parte de grupos de vida y se han mantenido fieles a Jesucristo.
Los grupos intergeneracionales son tan antiguos como las iglesias de las casas del Nuevo Testamento porque esos primeros grupos eran intergeneracionales. Conectaron a los padres, a los adolescentes, a los niños, y a la familia extensiva. El libro de los Hechos habla de hogares enteros que participaban en la fe cristiana y describe la vida de la iglesia que ocurría en los hogares de los creyentes. La Biblia se refiere a la Iglesia como la casa de Dios o la familia de Dios (1 Timoteo 3:15, Efesios 2:19, Gálatas 6:10).
Retornando al Ministerio Intergeneracional
Mientras leía la literatura sobre el ministerio juvenil en preparación para escribir este libro, a veces me sentía abrumado con las resmas de sugerencias sobre cómo mantener a los jóvenes interesados, atraer nuevos visitantes y dirigir un grupo de jóvenes sin problemas. Pero también noté otra corriente en el ministerio juvenil moderno que está alejándose de la juventud como una entidad aparte y tratando de conectar a los jóvenes con adultos y padres.
Wayne Rice es un supervisor del ministerio juvenil ampliamente respetado. Durante años, dirigió seminarios juveniles y escribió manuales juveniles dinámicos dirigidos a grupos de jóvenes en iglesias locales. Él proporcionó recursos para vigorizar los servicios juveniles dentro de la iglesia.
Ahora, en los últimos años, ha comenzado a aconsejar no tener un servicio juvenil por separado. Ahora cree que la juventud debe ser integrada en las reuniones y programas para adultos (nota 1). Dice lo siguiente:
Proporcionar un servicio juvenil puede parecer inofensivo, incluso beneficioso, pero cuando entrenamos a los adolescentes a creer que el servicio regular de adoración de su iglesia es inadecuado tanto en estilo como en contenido, socavamos no sólo la unidad de la iglesia y sus tradiciones sino la posibilidad de que vuelvan a la iglesia cuando crezcan y sean demasiado viejos para el grupo juvenil (nota 2).
Muchos de los expertos de la juventud de una época pasada ahora están repudiando los mismos programas juveniles por los que abogaron una vez. A medida que estos especialistas de la juventud han ido envejeciendo, criado a sus propios hijos y reflexionado sobre el ministerio de jóvenes, han reconocido la insuficiencia de eventos y programas juveniles para hacer discípulos. La nueva tendencia es que los ministros de jóvenes conecten a los jóvenes con los adultos de la iglesia e involucren a los padres de manera más íntima en el ministerio de los niños. David Kinnaman y Aly Hawkins escriben:
El concepto de dividir a las personas en varios segmentos basados en sus edades es un artificio muy moderno, el cual emerge en parte a partir de las necesidades del mercado durante los últimos cien años. En una abdicación equivocada de nuestro llamado profético, muchas iglesias han permitido ser internamente segregadas por la edad (nota 3).
Los grupos celulares intergeneracionales proporcionan una respuesta importante para conectar a los jóvenes con santos mayores y más maduros y también para establecer lazos de conexión duraderos. Los jóvenes y los adultos interactúan cada semana, y cuando los jóvenes van a la universidad, las conexiones se mantienen. Los jóvenes tienen la necesidad de tener mentores mayores, y los adultos necesitan la vitalidad de los jóvenes.
¿Cómo es un Grupo Intergeneracional?
Los grupos intergeneracionales son como células normales. Siguen un orden similar, se reúnen en hogares semanalmente, y duran aproximadamente una hora y media. El refrigerio y el compañerismo siempre están presentes. Las células intergeneracionales pueden rotarse de casa en casa o tener una permanente. Normalmente siguen los pasos que incluyen la bienvenida, la adoración, la palabra y los testimonios. Si los niños están presentes (edades de 4-12 años), se quedan con todo el grupo para el tiempo de bienvenida y adoración y luego se separan y van a otra habitación para el tiempo de la palabra y los testimonios.
Para un estudio más profundo de los pasos que incluyen la bienvenida, la adoración, la palabra y los testimonios, por favor consulta el libro de Joel Comiskey, How to Lead a Great Cell Meeting So People Come Back (2001). (Cómo Dirigir una Grandiosa Reunión Celular para que las Personas Regresen, 2001). |
Los jóvenes en grupos intergeneracionales participan con otros adultos desde el principio hasta el final. Esto requiere que los líderes adultos sean sensibles a las necesidades de los jóvenes, les permitan participar e incluso les den responsabilidades especiales, como dirigir la adoración, la lección, la oración, etc. Personalmente, pienso que los mejores grupos rotan responsabilidades entre los miembros que están dispuestos, y los jóvenes necesitan participar plenamente tomando su turno.
Al igual que todos los grupos celulares, el objetivo es edificar a los presentes, lo que literalmente significa “construir”. Pablo escribió a la iglesia de Corintios: “¿Qué concluimos, hermanos? Que cuando se reúnan, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas, o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia” (1 Corintios 14:26).
La célula es la atmósfera ideal para que la vida de las personas sea reconstruida y para que crezcan en la gracia y el conocimiento de Jesucristo. En el grupo pequeño, el Espíritu Santo, el Maestro Alfarero desafía y cambia a la gente. El ambiente íntimo del grupo pequeño hace posible que esta edificación tenga lugar.
Yo recomiendo seguir los cuatro pasos de la reunión, y con el paso del tiempo, un líder más experimentado aprenderá a variar el orden de acuerdo a las necesidades del grupo.
El tiempo de bienvenida (15 minutos) destaca un rompehielos que anima a las personas a conocer a los otros miembros del grupo. Una pregunta rompehielos podría ser: ¿Qué te gusta hacer en vacaciones? O ¿Cuál es tu pasatiempo favorito? La idea es conectar a cada persona del grupo con todos los demás.
El tiempo de adoración (20 minutos) se centra en Dios, ya que la iglesia existe para darle gloria. Ya sea que haya un instrumento o no, el objetivo es reconocer a Dios a través de la adoración. Un grupo puede adorar cantando alabanzas, orando, leyendo un Salmo, o meditando en Dios en silencio. Si se utilizan alabanzas, es una gran idea proporcionar una hoja de alabanzas con las alabanzas listadas para esa noche (normalmente 3-4 alabanzas en la hoja). Muchos grupos usan un video de YouTube, un CD de adoración o simplemente cantan sin instrumentos. Entre las alabanzas, el líder de adoración debe permitir que los miembros del grupo ofrezcan una frase de alabanza, una oración o una confesión silenciosa.
El tiempo de la Palabra (40 minutos) en un grupo intergeneracional se centra en permitir que la Palabra de Dios hable a todos los presentes, ya sean jóvenes o viejos. Las lecciones de células suelen tener alrededor de tres a siete preguntas basadas en un pasaje de las Escrituras. Es una gran idea para el líder permitir que los jóvenes dispuestos tomen turnos en la facilitación de las preguntas, lo que ayudará a los jóvenes a madurar a través de la participación.
Los grandes líderes son facilitadores que animan a otros a compartir sus pensamientos y aplicar la Palabra de Dios. No son maestros de la Biblia o predicadores. Los líderes celulares no deben hablar demasiado porque el objetivo no es la información, sino la transformación. Los grandes líderes ayudan a evitar que el grupo hable sobre la política mundial, las críticas a la iglesia, o las opiniones de diferentes autores. Una vez más, el objetivo es aplicar la Palabra de Dios a la vida diaria. Las personas deben irse cambiadas por el mensaje eterno de Dios.
Los miembros pueden leer los versículos de la Biblia en voz alta. Sin embargo, el líder sólo debe pedírselo a las personas que se sientan cómodas leyendo en público para evitar avergonzar a nadie. Es importante que el facilitador dé una breve explicación del pasaje de la Biblia — sin predicar. De lo contrario, los miembros no sabrán cómo responder a las preguntas, sin conocer el contexto bíblico. El facilitador no tiene que ser un experto en la Biblia para hacer esto.
Muchas iglesias basan sus lecciones de las células en la predicación de la mañana del domingo, y el facilitador puede tomar notas mientras el pastor está predicando el mensaje, sabiendo que él o ella cubrirá ese tema durante la reunión celular de la semana siguiente. Si la lección de la célula no está conectada con el sermón, el facilitador se preparará revisando los versículos bíblicos antes de la reunión celular.
El tiempo de los testimonios (15 minutos) es la última parte de la reunión celular. Se centra en alcanzar a otros y puede incluir la planificación de una actividad evangelística, la preparación para algún tipo de acción social de alcance, o la oración por los amigos y familiares que necesitan a Jesús.
Los jóvenes deben ser participantes plenos en todos los aspectos de la célula. Aunque un adulto normalmente dirige el grupo intergeneracional, es posible que los jóvenes también dirijan el grupo. La Iglesia de la Alianza York es un gran ejemplo de cómo funcionan los grupos intergeneracionales.
Iglesia de la Alianza York (York Alliance Church) y Células Intergeneracionalaes
Cuando la York Alliance Church (Iglesia de la Alianza York) en York, Pensilvania hizo la transición de una iglesia basada en un programa a una iglesia celular, determinó que las células serían intergeneracionales (nota 4). Al pastor Brian Kannel le encantaría decir que fue una decisión sabia, bien pensada, con profundas bases teológicas, pero ese no fue el caso. Más bien, había muchos niños, y la iglesia necesitaba saber qué hacer con ellos. Los grupos intergeneracionales respondieron esa pregunta. Y en los últimos quince años, han visto crecimiento y madurez en los niños, jóvenes y adultos.
La iglesia comenzó con grupos celulares homogéneos, pero notaron un problema. Las jóvenes parejas casadas tenían preguntas y problemas que eran muy típicos para las parejas casadas jóvenes: ¿Cómo decido qué casa comprar? ¿Cuándo debemos empezar a tratar de tener una familia? Y así, preguntaron a otros en su comunidad. Previsiblemente, no obtuvieron buenas respuestas. Así que en su ignorancia tomaron las mejores decisiones que pudieron.
Mientras tanto, a medida que el grupo de jubilados se conectaban entre sí, descubrieron que, si bien tenían muchas respuestas, ninguno de ellos realmente tenía preguntas. Cuando hablaron entre sí y compararon sus problemas y pesares y la dolencia actual del día, descubrieron que no tenían la energía para ni siquiera hacer preguntas.
La iglesia descubrió rápidamente que las células intergeneracionales no eran simplemente una estrategia para cuidar a los niños. Con una comunidad intencionalmente integrada, los adultos jóvenes tenían hombres y mujeres mayores que hablaban con sabiduría a sus vidas. Los niños de repente tenían múltiples abuelos adoptivos que los amaban y cuidaban. La energía de las vidas jóvenes fue de alguna manera infundida en una generación mayor.
Los adolescentes ya no eran simplemente instruidos por un patrocinador juvenil; una familia entera estaba invirtiendo en ellos. Los hombres solteros tenían una familia con quien cenar; las viudas tenían compañía; los padres con hijos mayores tenían una vez más a niños corriendo por las salas de sus casas, a quienes podían enviar de regreso a sus propios hogares cuando estaban dispuestos a gozar de nuevo de la bien ganada y reservada paz.
Las células intergeneracionales conectan lo mejor de ambos mundos. Reúnen a las familias para discipular a los niños. Edifican tanto a los jóvenes como a los viejos. Idealmente, una célula intergeneracional consiste en los jóvenes, los niños, sus padres, adultos solteros, parejas jóvenes casadas, y parejas mayores o solteros. Sin embargo, no tiene que tener todas estas edades.
Haciendo la Transición hacia Células Juveniles Intergeneracionales
La Iglesia de la Alianza York trató de integrar a los jóvenes dentro de un grupo intergeneracional normal junto con los propios padres de los jóvenes. Eso funcionó mejor, pero todavía había problemas. Algunos jóvenes no querían quedarse con sus padres. Mientras el equipo de liderazgo pensaba en lo que debía hacer, uno de los líderes, Stacy Pope, dijo: “¿Por qué los estudiantes no asisten a grupos celulares regulares donde sus padres no estén presentes?”. Fue un momento en el que todos estuvieron de acuerdo. Esta iglesia decidió agrupar a los jóvenes en un grupo intergeneracional donde sus padres no estaban presentes. De esta manera, los adolescentes serían vistos como miembros “normales” de la célula. La iglesia de York normalmente combina tres o cuatro jóvenes juntos y luego los coloca en un grupo intergeneracional. Kannel dijo: “Los adolescentes son animales de rebaño y les gusta estar juntos en grupos. Es difícil para un adolescente llegar a un grupo de adultos y sentirse cómodo”.
El objetivo de los grupos intergeneracionales en la Alianza York es tratar a los jóvenes como adultos. Todo el proceso ha funcionado muy bien para ellos. Se dirigen a los jóvenes en los grados de noveno y décimo, y también preparan un grupo intergeneracional para encargarse de los jóvenes. Los jóvenes llegan al grupo por su cuenta. Participan igual que los adultos. Los jóvenes se turnan con la dirección, la lección de la célula, la adoración, el rompehielos y así sucesivamente.
Los Jóvenes Tienen una Reunión Congregacional
La Iglesia de la Alianza York tiene una reunión congregacional de jóvenes. Es decir, los jóvenes de los diferentes grupos intergeneracionales se reúnen el miércoles por la noche en una reunión congregacional juvenil normal. Esta iglesia incluso tiene un pastor de jóvenes, pero el pastor de jóvenes está promoviendo constantemente los grupos intergeneracionales de vida, y entiende que la manera principal en que la juventud será atendida será en un grupo intergeneracional. La hija de Kannel, por ejemplo, recientemente trajo una amiga al servicio de la celebración del domingo que había estado llegando al ministerio juvenil el miércoles por la noche. Kannel se da cuenta de que para que esta amiga realmente crezca, tendrá que conectarse con un grupo intergeneracional. La reunión congregacional juvenil proveyó un punto de entrada para crear interés, pero el grupo intergeneracional es donde los jóvenes son discipulados. Kannel dice que entre el cincuenta y el sesenta por ciento de los jóvenes está en grupos intergeneracionales.
La congregación de jóvenes se reúne el miércoles por la noche y alrededor del treinta y cinco por ciento de los que asisten no están en grupos intergeneracionales. Ellos se dividen en grupos pequeños el miércoles por la noche, pero no clasifican a estos grupos como células. Cualquier persona que quiera involucrarse en el liderazgo o en el ministerio juvenil debe comprometerse primero a asistir a un grupo intergeneracional. Los jóvenes hacen otras actividades, como retiros y acercamientos, pero el compromiso de los grupos intergeneracionales es fundamental y es el lugar principal donde sucede el discipulado.
Beneficios
A lo largo de los años, la Iglesia de la Alianza York ha notado varios beneficios de su énfasis en los grupos intergeneracionales.
En primer lugar, cuando los adolescentes van a grupos de vida donde sus padres no están presentes, están más dispuestos a abrirse y compartir lo que realmente está en sus corazones. Se sienten como parte normal de la célula, en lugar de sólo dirigir a los niños durante el Espacio para Niños (nota 5). Kannel dijo: “Tenemos adolescentes de doce o trece años que dirigen la lección, el culto y la oración por la evangelización”. En otras palabras, los jóvenes son participantes activos en la célula. Ellos crecen y maduran como todos los demás.
Segundo, los jóvenes establecen relaciones con otros adultos en la iglesia, y los adultos construyen relaciones con ellos. Los jóvenes reciben nuevas perspectivas sobre los adultos que no son sus padres.
En tercer lugar, proporciona una estructura de cuidado natural para ellos cuando entran en la universidad y vuelven a casa. Kannel dijo: “Es emocionante ver los fuertes lazos entre los jóvenes y sus grupos celulares cuando van a la universidad. Los jóvenes conocen a personas que están orando por ellos, y tienen una familia espiritual con la cual conectarse. El grupo intergeneracional va con ellos por todo el camino hasta que regresan de la universidad. Mientras que, en la universidad, permanecen conectados a través del e-mail, comparten las luchas, y reciben oración. Sin los grupos intergeneracionales, la persona universitaria a menudo solo se despediría de las conexiones”. “Ahora”, dijo Kannel, “el 90% de los estudiantes universitarios que regresan al área de York se reconectan con su grupo celular intergeneracional”.
Finalmente, y quizás lo más importante, es que da a los jóvenes una base para su propia fe. Los jóvenes lo ven en términos del hebreo “Bar-Mitzvá”, un acontecimiento de madurez a la edad de doce o trece años. El joven abandona los confines del grupo de sus padres y comienza su propio viaje de fe. El joven aprende a poner palabras a su convicción personal en medio de una comunidad solidaria.
Debilidades
La Iglesia de la Alianza York reconoce las debilidades de sus grupos intergeneracionales. La principal debilidad es la falta de evangelismo. Les ha resultado difícil a los jóvenes invitar a sus amigos a un ambiente intergeneracional donde hay adultos y niños. Quizás sea porque los amigos no se sienten cómodos alrededor de otros adultos, o porque toma tiempo para que los jóvenes se acostumbren a los adultos que están presentes.
Otra limitación se refiere a si la célula de adultos realmente da la bienvenida a los jóvenes. Si el grupo intergeneracional no está dando la bienvenida de verdad, los jóvenes lo perciben, y esto simplemente hace que no funcione bien. Si los adultos del grupo no dan prioridad a los jóvenes, no funciona. Los adultos del grupo intergeneracional necesitan entrar en el mundo de los jóvenes y hacer que los jóvenes se sientan como en casa.
Desde que Kannel se ha convertido en el pastor principal, hay una gran afluencia de niños. No es raro tener ocho niños por grupo intergeneracional. Esos niños se están convirtiendo en jóvenes y se les animará a involucrarse en un grupo intergeneracional. La Iglesia de la Alianza York está preparada para dar la bienvenida a esos jóvenes en sus grupos intergeneracionales con la esperanza de que se convertirán en discípulos y que se conectarán en una familia íntima.
Células de Restauración Reseda y Células Intergeneracionales
La Iglesia de Restauración es una Iglesia de Elim ubicada en Reseda, California y conectada con el pastor Mario Vega y el movimiento de Elim de El Salvador. Cada año, mi ministerio (Joel Comiskey Group) tiene una conferencia en la Iglesia de Restauración y tanto Mario Vega como yo hablamos sobre temas de la iglesia celular. Los participantes ven pancartas enormes que declaran las metas celulares anuales—400 grupos celulares en 2016. Desde los grupos celulares iniciales en el año 2000, la iglesia ha crecido a 4,000 adultos y 1,500 niños, con más personas en las células que en la celebración. La iglesia de Restauración es una emocionante iglesia celular que está alcanzando a los latinos de Los Ángeles y que ejemplifica la eficacia del ministerio de la iglesia celular en Norteamérica.
El Pastor Jorge Peña, pastor principal, fue enviado a la ciudad de Reseda, California en el año 2000 con un grupo de células familiares de la iglesia central en Los Ángeles. Anteriormente, Jorge había madurado en un grupo celular, se había convertido en un co-líder, líder, líder de multiplicación, supervisor, líder de una red y luego fue enviado a plantar iglesias a Reseda donde comenzó el proceso con un nuevo grupo de personas. En un año, este grupo de células familiares se había convertido en una iglesia de 300 miembros que estaban comprometidos a alcanzar la ciudad para Jesús, y la iglesia no ha dejado de crecer.
El aspecto único de la iglesia de Reseda es la integración de jóvenes y adultos en las células. Esta iglesia no tiene células juveniles. Más bien, los jóvenes están integrados en las 380 células de adultos de la iglesia. Esta es una característica creativa de la Iglesia de Restauración, ya que la Iglesia Elim central en San Salvador tiene células dirigidas por jóvenes, como veremos en los siguientes capítulos.
Armando Pavón es el pastor de jóvenes de tiempo completo en la Iglesia de Restauración. Aunque Armando se convirtió en un servicio de celebración de Elim en 2003, también participó activamente en un grupo celular desde el principio. En tres meses, estaba dirigiendo un grupo celular y en dos años, había multiplicado su célula cuatro veces. Éste es el patrón para todos aquellos que están en el ministerio en la Iglesia de Restauración, como lo es en la mayoría de las iglesias celulares de todo el mundo.
Al igual que otras células intergeneracionales, los jóvenes de la Iglesia de Restauración interactúan con los adultos, y la mayoría de los jóvenes asisten a las células con sus padres. De hecho, el ochenta por ciento de los jóvenes entre trece y diecisiete años asisten a los grupos celulares junto con sus padres. Alrededor del quince por ciento de los jóvenes van con sus amigos a un grupo celular y cinco por ciento van solos a un grupo celular porque sus padres no asisten a la iglesia.
Los grupos celulares son en español, pero muchos de los jóvenes hablan mucho mejor el idioma inglés. “Éste ha sido un tema espinoso” admitió Armando. “Continuamos haciendo hincapié en el español porque la mayoría de los adultos emigraron de América Latina a Reseda y todavía no dominan el inglés”. Aunque esta iglesia aún no ha comenzado células puramente en inglés, podría hacerlo en el futuro.
Otro aspecto único en la Iglesia de Restauración es que cada célula tiene un representante de la juventud que reporta al representante de la zona sobre las necesidades de los jóvenes dentro de ese grupo en particular. Cada mes, el Pastor Armando se reúne con cada representante de la zona para hablar sobre las necesidades de la juventud. Oran, planifican y visitan a los jóvenes que necesitan atención especial.
Los jóvenes en esta iglesia incluyen a cualquier persona entre trece y veinticinco años de edad, pero hay dos categorías específicas: de trece a diecisiete y de dieciocho a veinticinco años de edad. Aquellos que tienen entre dieciocho y veinticinco años a menudo dirigen las células intergeneracionales (hay aproximadamente cien líderes en esta categoría). Sin embargo, esto es mucho menos común entre las edades de los trece a diecisiete años. Aunque la Iglesia de Restauración nunca intente promover células juveniles, algunas células naturalmente gravitarán hacia las personas más jóvenes.
Todas las iglesias Elim tienen una reunión de planificación semanal y la Iglesia de Restauración también sigue este patrón. Las reuniones de planificación, como los grupos celulares, son intergeneracionales. El equipo central, (tanto jóvenes como adultos) de cada célula se reúne los martes o miércoles para planear la próxima célula del sábado. A los del grupo de planificación se les asignan cosas que hacer y ministerios que cubrir.
Los jóvenes se reúnen cada semana para una reunión congregacional. Debido a que hay tantos jóvenes reunidos en toda el área de Reseda, hay cuatro reuniones congregacionales juveniles separadas de alrededor de ochenta jóvenes cada semana, dependiendo de cuándo una determinada zona llega a la iglesia para la enseñanza bíblica (nota 6). Luego, una vez al mes, todos los jóvenes se reúnen para una reunión congregacional más grande, con un drama y una enseñanza dinámica. Hay entre unos 600-700 jóvenes en estos eventos. Los jóvenes asisten a uno de los servicios dominicales, al igual que todos en la iglesia.
Células Intergeneracionales Dando a Luz a Células Juveniles
Los jóvenes a menudo sienten el impulso interior de formar células con sus propios compañeros. Los adultos deben animar a la formación de estos grupos e incluso ofrecerles ayuda. Una de las debilidades de las células intergeneracionales es la falta de participación juvenil, y esto se debe en parte a que los adultos no son lo suficientemente proactivos para incluir a los jóvenes en la vida de la célula. Los adultos, como las águilas madre, pueden ayudar en el proceso permitiendo a los jóvenes a lanzar sus propios grupos celulares. A veces, de hecho, es mejor que los jóvenes sean lanzados del nido, para que puedan volar por su cuenta y aprender con sus propios compañeros.
Daphne Kirk, experta en el ministerio intergeneracional, anima a los grupos intergeneracionales a cultivar grupos celulares dirigidos por jóvenes que han sido plantados a partir de grupos intergeneracionales. Ella escribe: “La célula intergeneracional puede estar activamente involucrada con la célula juvenil a través de la oración y el apoyo” (nota 7). Kirk alienta la libertad de los jóvenes para permanecer en el grupo intergeneracional, sin desalentar la formación de células juveniles. Cuando se forman las células juveniles, es importante vincularlas con el grupo intergeneracional central. Los adultos del grupo intergeneracional pueden desempeñar un papel importante en la oración por la juventud, siendo anfitriones del grupo y siendo mentores del liderazgo juvenil.
Ralph Neighbor dice algo similar: “Los líderes de las células juveniles obtienen su modelo y reciben apoyo tanto espiritual como práctico de sus células intergeneracionales”(noa 8). Tanto Daphne como Neighbour creen que hay un lugar importante tanto para las células dirigidas por jóvenes como para los grupos intergeneracionales y que uno no debe excluir al otro.
Todos los adultos alguna vez fueron jóvenes y saben que la madurez es un proceso de por vida. Los jóvenes eventualmente tendrán que luchar sus propias batallas y crecer espiritualmente por su cuenta. Las células juveniles son una gran herramienta para que puedan ejercer sus dones y talentos en la presencia de sus contemporáneos. Sin embargo, es muy difícil hacerlo sin el apoyo de los padres y otros adultos. Por ejemplo, los adultos deben abrir sus hogares, conducir a los jóvenes a la célula y alentar a los jóvenes a que hagan tiempo para asistir a las células juveniles.
Aquellos que plantan una iglesia celular probablemente comenzarán con los grupos intergeneracionales y eventualmente comenzarán las células juveniles a medida que crezca la iglesia. Los primeros líderes de las células juveniles serán atendidos y discipulados por el líder del grupo celular intergeneracional, convirtiéndose en parte de la primera red de liderazgo. El joven sería responsable de reunirse con su supervisor de manera regular. Philip Woolford, un plantador de iglesias de células en Australia, plantó células juveniles a partir de su célula intergeneracional. El escribe:
Se han establecido dos células homogéneas (niños y niñas) a partir de esta célula de adultos. Son dirigidas por los jóvenes, y ellos mismos asumen la responsabilidad pastoral. La célula de los varones se reunía inicialmente con los adultos y luego, después de la bienvenida/adoración se retiraba para el momento de la palabra y tiempo de testimonios. Esto permite que los jóvenes se vayan y establezcan sus propias células mientras permanecen conectados a sus “células familiares” para recibir apoyo, instrucción y vínculos familiares (nota 9).
La conexión con el grupo intergeneracional en las etapas iniciales es esencial en la transición. Nuestra propia iglesia en Moreno Valley comenzó con una sola reunión de células intergeneracionales en mi casa en 2003. Mis hijos participaban en el grupo intergeneracional para el rompehielos y la adoración y luego se iban a otra habitación durante el tiempo de la “Palabra” (tiempo de enseñanza) para su lección de célula. A medida que fueron creciendo, querían crear su propio grupo celular juvenil. Mi esposa fue fundamental en el entrenamiento de Nicole nuestra segunda hija y de Chelsea la tercera, en cómo conducir la célula, qué material utilizar, y especialmente con los tiempos de las preguntas. Mis hijos crecieron y maduraron en sus propias células juveniles, pero fueron supervisados y apoyados por adultos.
Los jóvenes de la Dove Fellowship (Fraternidad Cristiana Paloma) (fundada por Larry Kreider) asistieron a las células intergeneracionales hasta que Dios dio a luz en ellos el deseo de iniciar sus propias células juveniles (nota 10). Los adultos ayudaron en el proceso de formación de células juveniles, y el proceso fue muy orgánico y natural. Sauder y Sarah Mohler describen la experiencia de Dove:
Las células juveniles se convirtieron en un lugar informal y casual donde los jóvenes podían llevar a sus amigos. Tuvimos el cuidado de no decir que estas células juveniles eran mejores que las células de adultos/familiares. A medida que se expandían, no requeríamos que los jóvenes asistieran a las células juveniles. Se les dio la libertad de ir con sus padres a la célula familiar o de involucrarse en una célula juvenil, lo que mejor se adaptaba a sus necesidades. Pensamos que era importante que la juventud se sintiera afirmada y no forzada en un solo patrón. Eventualmente, sin embargo, la mayor parte de la juventud se involucró en las células juveniles, junto con algunos de sus amigos que fueron salvos. ¡Un grupo celular de compañeros era demasiado emocionante para pasarlo de largo! (nota 11).
Dove quería asegurarse de que los padres estuvieran involucrados en el proceso de toma de decisiones, por lo que dieron total libertad a los padres para mantener a sus hijos adolescentes en su grupo intergeneracional o para permitirles participar en las células juveniles. Sauder dice:
Con el consentimiento de los padres, los adolescentes más jóvenes pueden unirse a las células juveniles ya existentes. Los jóvenes de mayor edad, naturalmente se convierten en mentores de los jóvenes que están buscando modelos a seguir. Por supuesto, el líder de esa célula y los miembros de la célula deben estar a favor de que jóvenes de su edad se unan a la célula porque los adolescentes más jóvenes son menos maduros emocionalmente (nota 12).
Al principio, la mayoría de los jóvenes de Dove asistían a grupos celulares con sus padres en grupos intergeneracionales, pero el problema era la falta de participación. A menudo terminaban sentados en las reuniones celulares, mirando aburridos a sus zapatos, y se salían a jugar al baloncesto, o a cuidar a los niños durante la reunión celular. . .(nota 13)
El grupo de liderazgo en Dove notó que los jóvenes no estaban creciendo realmente en los grupos intergeneracionales. La juventud necesitaba ser empujada para madurar. La Dove Christian Fellowship (Fraternidad Cristiana Paloma) decidió poner en marcha dos células juveniles, compuestas de nuevos cristianos que no eran de familias cristianas. Las dos células juveniles se reunían semanalmente, pero también había una reunión semanal de jóvenes para todos los jóvenes en un ambiente congregacional. ¡El experimento funcionó! Los jóvenes tenían relaciones cercanas de discipulado en sus células y también seguían teniendo el grupo juvenil más grande para asistir, reflejando las mismas fortalezas que el ministerio de adultos estaba experimentando (nota 14).
La etiqueta llamada “juventud” sólo dura un corto tiempo y en un abrir y cerrar de ojos los jóvenes se convierten en adultos. Ellos son la “generación siguiente”, los adultos del mañana, los que eventualmente dirigirán a la iglesia. Sabiendo esto, muchas iglesias desarrollan a los jóvenes para dirigir sus propios grupos celulares, para hacer discípulos que hacen a otros discípulos. Cómo son estos grupos celulares dirigidos por jóvenes y cómo se forman, es el tema del próximo capítulo.
Notas
- Una gran parte del material en esta sección proviene de varios blogs que Brian Kannel escribió en Joel Comiskey Group en mayo de 2012: https://jcgresources.com/2012/05/30/our-journey-into-childrens-cells/. He editado este material, pero algunas de las palabras de Kannel son literales.
- Wayne Rice, Reinventing Youth Ministry [Again] (Reinventando el Ministerio Juvenil [de Nuevo]) (Downers Grove, IL: InterVarsity Press [Imprenta InterVarsity], 2010), pp. 188-189.
- Ibid., p. 189.
- Kinnaman, David; Hawkins, Aly (2011-10-01). You Lost Me: Why Young Christians Are Leaving Church . . . and Rethinking Faith (Perdiste mi Atención: Por qué los Jóvenes Cristianos están Abandonando la Iglesia . . . y Cuestionando su Fe) (Ubicación en Kindle 3219-3226). Baker Publishing Group [Editorial Baker]. Edición para Kindle.
- El Espacio para Niños es cuando los niños de 4 a 12 años dejan la célula de adultos para tener su propia lección. Los niños se quedan con los adultos durante el rompehielos y la adoración, pero luego se van para recibir su enseñanza bíblica (Espacio para Niños). Los jóvenes a menudo dirigen este tiempo en las células intergeneracionales, pero en la Iglesia de la Alianza York los jóvenes normalmente permanecen en el grupo intergeneracional y actúan como participantes normales.
- Cada semana, las diferentes zonas se reúnen por separado en la iglesia para la enseñanza de la Biblia (martes, miércoles, jueves y viernes). En cada uno de estos cuatro servicios, los jóvenes se reúnen por separado en una habitación adyacente y hay unos ochenta jóvenes en cada uno de estos servicios.
- Daphne Kirk escribió estas palabras en cellchurchtalk (hablemos de la iglesia celular) el 1/1/2003.
- Cita de Ralph Neighbour en cellchurchtalk (hablemos de la iglesia celular) en respuesta a los comentarios de Daphne Kirk sobre las células juveniles intergeneracionales en 2003, aunque parece que perdí el e-mail exacto por lo que no tengo la fecha en específico.
- Philip Woolford [pkwool@iprimus.com.au] escribió a cellchurchtalk (hablemos de la iglesia celular) el jueves 2 de enero de 2003.
- Sauder y Mohler, p. 19.
- Ibid., p. 20
- Ibid., p. 98.
- Ibid., p. 19.
- Ibid., p. 20.
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