El poder de la oración de toda la Iglesia

Liderazgo Pastoral

Por Joel Comiskey

2016

Pablo escribió la epístola a los Colosenses al final de su vida, y hay que destacar que una de sus finales exhortaciones fue acerca de la oración. Él dijo: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Colosenses 4: 2). La palabra griega para dedicar literalmente significa atender constantemente. Pablo escribe a las casas/iglesias de Colosas como un grupo. Aunque debemos aplicar esta verdad a cada creyente, el contexto de la escritura de Pablo es a la iglesia reunida. Hay poder cuando la iglesia se reúne para orar.

Dios ama responder a la oración cuando su pueblo clama a él. En la iglesia primitiva, Pedro estaba preso, atado con las cadenas y con los guardias romanos. Tales restricciones no son un problema para el Dios del universo en respuesta a las oraciones de su pueblo. Dios escuchó las oraciones de la iglesia en que se reunieron en la casa de María y para que Pedro fuera puesto en libertad de la prisión. La Escritura dice, “Cuando había amanecido [Pedro], se fue a la casa de María la madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando” (Hechos 12:12).

Jesús le gusta mostrar y hacer milagros cuando la iglesia ora. Jesús dijo en Mateo 18: 18-20,

De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que, si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

El compromiso con la oración es el arsenal que Dios ha dado a todo su cuerpo de creyentes. Y es el arma más importante que Dios ha dado a la Iglesia para ganar almas y hacer discípulos.

Iglesias-carismáticos o no- dan prioridad a la oración y se dan cuenta de que sólo Dios puede ganar almas y hacer discípulos. Escuchar y aplicar las palabras de C. H. Spurgeon, el famoso predicador Bautista Inglés:

¿Cómo podemos esperar una bendición si somos demasiado ocioso para pedirlo? ¿Cómo podemos buscar un Pentecostés si nunca nos encontramos con otros, en un solo lugar, a esperar en el Señor? Hermanos, nunca más verás un gran cambio para mejor en nuestras iglesias hasta que la reunión de oración ocupe un lugar más alto en la estima de los cristianos (una colección de predicaciones, 1996)

Durante los últimos 20 años he mencionado una y otra vez el principio común en todas las iglesias celulares en crecimiento es el compromiso con la oración de toda la Iglesia. ¿Qué hay de tu iglesia? ¿Está el principio de oración activo y vivo? ¿Qué puedes hacer para aumentar las oraciones en la iglesia celular y la celebración?