by Mario Vega, www.elim.org.sv

Paul closely relates the topic of edification to that of the gifts of the Spirit. In chapter fourteen of his first letter to the Corinthians—a chapter that discusses exercising these gifts in home gatherings—he repeatedly mentions edification.

The gift to be most eagerly sought is prophecy, and the reason is that “the one who prophesies speaks to people for their edification, encouragement, and comfort” (v. 3). The apostle also explains that, between speaking in tongues and prophesying, prophesying is better. The reason is that “the one who speaks in a tongue edified himself, but the one who prophesies edified the church” (v. 4). Paul does not disdain the gift of tongues. Still, he does favor whatever brings greater edification to the church: “The one who prophesies is greater than the one who speaks in tongues, unless someone interprets so that the church may be edified” (v. 5). The criterion for recommending one gift over another is the level of edification it can provide to others.

Later, he encourages believers to have many spiritual gifts: “strive to excel in them for edified the church” (v. 12). And further on, he insists: “Let all things be done for edification” (v. 26). From these recommendations of Paul, we can learn the following:

1. The most important thing in a Christian gathering is edification through the gifts.
2. Everyone participates in mutual edification through their gifts.
3. Edification takes place in gatherings held in homes.

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Portuguese blog:

Edificação, os dons e as reuniões nos lares
Mario Vega, www.elim.org.sv

Paulo relaciona o tópico da edificacação com os dons do Espírito Santo. No capítulo 14 da primeira carta aos Conríntios ele repetidamente menciona a edificação.

O dom a ser buscado com mais esforço é o de prefetizar e a razão é para que “fale aos homens, edificando, exortando e consolando.” (verso 3). O apóstolo também explica que entre os dons de profecia e o de falar em línguas e de profecia é melhor. A razão é porque “quem fala em línguas edifica a si mesmo, mas o que profetiza edifica a igreja.” (verso 4). Paulo não faz pouco caso do dom de línguas. Ainda assim, ele dá preferência a qualquer dom que traga mais edificação para a igreja. “pois quem profetiza é superior ao que fala em outras línguas, salvo se as interpretar, para que a igreja receba edificação. O critério para recomendar um dom ao invés do outro é o nível de edificação que é fornecido à igreja.

Mais tarde Paulo encoraja os crentes a ter muitos dons espirituais: “Assim, também vós, visto que desejais dons espirituais, procurai progredir, para a edificação da igreja.” (verso 12) Ele ainda insiste: “… Seja tudo feito para edificação.” (verso 26). Destas recomendações de Paulo nós aprendemos:

1. A coisa mais importante em uma reunião Cristã é a edificação através dos dons.
2. Todos participam da edificação mútua através de seus próprios dons.
3. A edificação acontece nas reuniões que acontecem nos lares.

Spanish blog:

La edificación, los dones y las reuniones en las casas
por Mario Vega, www.elim.org.sv

Pablo relaciona estrechamente el tema de la edificación con el de los dones del Espíritu. En el capítulo catorce de su primera carta a los Corintios, que es un capítulo que habla sobre el ejercicio de los dones en las reuniones en las casas, menciona repetidamente la edificación.

El don que más se debe procurar es el de profetizar, y la razón de ello es porque: «el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación» (v. 3). También explica el apóstol que entre el hablar en lenguas y profetizar es mejor el profetizar. La razón es que «el que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia» (v. 4). Pablo no desprecia el don de lenguas, pero sí se inclina por lo que trae mayor edificación a la iglesia: «mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación» (v. 5). El criterio para recomendar un don sobre otro es el nivel de edificación que pueda proporcionar a los demás.

Más adelante anima a los creyentes a tener muchos dones del Espíritu: «procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia» (v. 12). Y aún más adelante insiste: «Hágase todo para edificación» (v. 26). De estas recomendaciones de Pablo podemos aprender lo siguiente:

1. Lo más importante en la reunión cristiana es la edificación a través de los dones.
2. Todos participan de la edificación mutua a través de sus dones.
3. La edificación tiene lugar en las reuniones en las casas.