by Mario Vega
In 1998, after working with cells for twelve years out of pure instinct, I received an invitation to speak at a conference on church growth in Quito, Ecuador.
The invitation was from a church called The Republic Church, named after the important street on which it is located. This is the place were I met Joel Comiskey. He was a missionary at that time in Ecuador where he lived with his wife Celyce and their three daughters.
When I met him I was surprised at how much he knew about Elim, and the struggles the church had faced. But the best came when I listened to him speak. For the first time I heard someone speaking with knowledge and authority on the subject of cell groups.
All he said was new to me. Later on I found out that the invitation had been extended by Joel’s suggestion to Pastor Ludeña, the lead pastor at the Republic Church. At the end of the conference I was sure that I learned the most.
Since then, Joel and I have met at conferences in different countries and cities, and I always learn something new by listening to Joel. I believe that if we as a church had received advise from Joel at the beginning of our work, things would have been much easier and firm.
Blessed be the Lord for Joel’s life and for the JCG ministry that places tools within the reach of those who want them (I wish we would have had these tools at the beginning of our work). May God use these tools and bless the work of JCG!
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Mario
Translation in Spanish:
Encuentro en La República.
En 1998, después de trabajar por puro instinto durante doce años con células, recib una invitación para impartir una conferencia sobre crecimiento de la iglesia en Quito, Ecuador.
La invitación era hecha por una iglesia llamada La República, por el nombre de la importante calle sobre la cual se ubica. En ese lugar pude conocer a Joel Comiskey. Él era misionero en ese momento en Ecuador donde viva junto a su esposa Celyce y sus tres hijas.
Al conocerlo me sorprendió todo lo que saba sobre Elim y sobre las luchas que la iglesia haba enfrentado. Pero, lo mejor llegó en el momento de escucharlo exponer. Por primera vez escuché a alguien hablando con conocimiento y con autoridad sobre el tema de las células.
Todo lo que deca era nuevo para m. Después supe que la invitación me haba sido extendida por una sugerencia de Joel al Pastor Ludeña, a quien apoyaba. Al final de la conferencia estoy seguro que fui yo quien más aprendió.
Desde entonces, nos hemos encontrado en conferencias en distintos pases y ciudades y siempre aprendo algo nuevo escuchándolo. Creo que si hubiésemos contado con una asesora de alguien como Joel al principio de nuestro trabajo las cosas hubiesen sido mucho más fáciles y firmes.
Bendigo a Dios por la vida de Joel y por el ministerio de JCG que pone al alcance de quien lo desee herramientas que hubiésemos deseado tener al principio de nuestro trabajo, pero que no tuvimos. Acá están esas herramientas. Úsalas y que Dios bendiga tu trabajo.
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