por Mario Vega
The Word of God and the Holy Spirit are invaluable resources in Christian counseling. Being born again, of course, is absolutely essential for the Christian counselor. The change in wrong behaviors only occurs when people conform their lives to the biblical norm. In reality, counseling is simply helping people obey the Bible in their daily lives.
However, there are certain conditions in which a more specialized help is required. There are areas like chemical imbalances or neuroelectric dysfunctions that have to be treated by medical specialists.
In other cases, there are problems such as dyslexia or dysgraphia that require the intervention of a psychologist. Some other times there are conditions that require group therapy. The entire family should be subjected to an expert technical advice that allows them to overcome the wrong ways of relating among themselves.
These conditions fall outside of the competence of ordinary Christians and should be left to the professionals. When such need appears, first try to find members in the church who are professionals in those fields and who can provide their assistance in an environment of faith and trust.
Other times, you need to have a special training that does not necessarily involve psychiatry or psychology fields. For example, to help people engulfed in homosexuality, alcoholism, drugs or sexual addictions, you need to have a specialized training with those who specialize in those fields. If you do not have Christians trained for these cases, it would be best to send the people directly to those ministries. It is best to refer them to the person who can help them effectively before causing them lose hope due to a well-intentioned counselor who lacks knowledge of the procedures that can truly help.
Casos Especiales de Consejera
por Mario Vega
La palabra de Dios y el Espritu Santo son recursos invaluables que el cristiano tiene para aconsejar a otras personas. La experiencia del nuevo nacimiento es esencial para que la consejera cristiana tenga efecto. El cambio en las conductas erradas solamente se produce cuando las personas sujetan su vida a la Biblia. La consejera no es más que la orientación para que las personas obedezcan la Biblia en su vida diaria.
No obstante, hay ciertas condiciones en las que se requiere de una ayuda más especializada. Existen los desequilibrios qumicos o las disfunciones neuroeléctricas que necesariamente deben ser tratados por médicos especialistas.
En otros casos existen problemas como la dislexia o la disgrafa que hace necesaria la intervención de un psicólogo. Otras veces existen condiciones que requieren terapia colectiva. La familia entera debe ser sometida a una asesora que les permita superar las formas incorrectas de relacionarse.
Estas condiciones se encuentran fuera de la competencia de los cristianos comunes y deben ser dejadas en manos de los profesionales. Cuando tal necesidad aparece, existen en la iglesia miembros que son profesionales en esos campos y que pueden brindar su ayuda en un ambiente de fe y de confianza.
Otras veces, se necesita tener una capacitación especial que no necesariamente implica campos como la psiquiatra o la psicologa. Por ejemplo, para ayudar a personas hundidas en la homosexualidad, en el alcoholismo, en las drogas o en las adicciones sexuales, se necesita tener un entrenamiento que ofrecen ministerios cristianos que se han especializado en esos campos. Si no se cuenta con cristianos entrenados en estos casos, lo mejor sera enviar a las personas directamente a esos ministerios. Es mejor remitirles a quien puede ayudarles eficazmente antes que producirles la pérdida de la esperanza por una consejera bien intencionada pero que desconoce los procedimientos de ayuda real.
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