By Dr. Freddy Noble, www.iglesiabautistanyc.org

When the apostle Paul writes to Timothy “And the things you have heard me say in the presence of many witnesses entrust to reliable people who will also be qualified to teach others” (2 Timothy 2:2), he is asking his young disciple to carry out a key task in the development and multiplication of the Church.

The reality is that the most effective way to multiply ministers is through coaching. And this coaching must start with the pastor. He must equip and coach a group of people who will do the same with others. When this work is done effectively, a cell church will maintain quality growth. On the other hand, without quality supervision, leaders can easily become discouraged and even led astray. To avoid these evils, we must train our leaders to coach others.

In our experience of almost twenty years in cell church ministry, leaders function very well when they are properly coached but stagnate when they are not. We have noticed a huge difference between the two scenarios. Quality coaching of cell leaders makes all the difference between healthy cell church ministry and stagnation.

Coaching leaders is essential to help correct problems before they get out of control. Giving timely advice will help leaders avoid pitfalls that might become larger problems later. I recently heard a sister in our church speak to her coach about how she had learned not only from her words but from her actions. It was the coach’s actions and lifestyle that encouraged this sister to do likewise and endeavor to follow a godly pattern.

Korean blog: (click here)

Portuguese blog:

A Importância da Supervisão na Igreja em Células

Por Dr. Freddy Noble,  www.iglesiabautistanyc.org

Quando o apóstolo Paulo escreve a Timóteo “E as coisas que me ouviste dizer na presença de muitas testemunhas, confie a pessoas de confiança, que também serão qualificadas para ensinar os outros” (2 Timóteo 2:2), ele está pedindo ao seu jovem discípulo que realizar uma tarefa fundamental no desenvolvimento e multiplicação da Igreja.

A realidade é que a maneira mais eficaz de multiplicar ministros é por meio da supervisão. Outros líderes. E essa supervisão deve começar com o pastor. Ele deve equipar e supervisionar um grupo de pessoas que fará o mesmo com os outros. Quando este trabalho é feito de forma eficaz, uma igreja em células manterá um crescimento de qualidade. Por outro lado, sem supervisão de qualidade, os líderes podem facilmente ficar desanimados e até mesmo serem desnorteados. Para evitar esses males, devemos supervisionar nossos líderes para supervisionar outras pessoas.

Em nossa experiência de quase vinte anos no ministério de igreja em células, os líderes funcionam muito bem quando são devidamente supervisionados, mas ficam estagnados quando não são. Nós vimos a diferença. Supervisionar os líderes de célula faz toda a diferença.

A supervisão de líderes é essencial para ajudar a corrigir problemas antes que eles fiquem fora de controle. Dar conselhos oportunos ajudará os líderes a evitar armadilhas que podem se tornar problemas maiores mais tarde. Recentemente, ouvi uma irmã em nossa igreja falar com seu supervisor sobre como ela havia aprendido não apenas com suas palavras, mas também com suas ações. Foram as ações e o estilo de vida do supervisor que encorajaram esta irmã a fazer o mesmo e se esforçar para seguir um padrão piedoso.

Spanish blog:

La Importancia Del Entrenamiento En La Iglesia Celular

Por Dr. Freddy Noble, www.iglesiabautistanyc.org

Cuando el apóstol. San Pablo escribe a Timoteo y le dice “ lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros “(2 de Timoteo 2:2), está pidiéndole a su joven discípulo que realice una tarea clave del desarrollo y multiplicación de la Iglesia.

Porque en efecto, la manera más eficaz de multiplicar nuestro trabajo es a través de la tarea de asesoramiento y entrenamiento de otros líderes. Eso debe empezar por el pastor. Éste debe entrenar un grupo de personas para que aprendan como entrenar a su vez a otros más. Cuando este trabajo se hace eficazmente el resultado será óptimo.

Esta es una de las claves para que la Iglesia celular funcione adecuadamente. Sin un sistema de supervisión y entrenamiento de parte de los líderes de la Iglesia para con otros líderes de células estos pueden llegar fácilmente a desalentarse, desviarse, o estancarse. Es decir, para evitar estos males necesitamos entrenar a nuestros líderes en la tarea de asesorar y capacitar a otros.

En nuestra experiencia hemos visto que cuando los líderes funcionan bien en este aspecto el ministerio se desarrolla mucho mejor. Cuando esto no ocurre vemos la diferencia. El entrenamiento a los líderes de célula ayuda a mantener clara la visión y a ejercer mejor el trabajo. Todo esto significa que en gran medida la calidad de la labor nuestra dentro del sistema de células depende de un buen sistema de entrenamiento y supervisión.

Incluso, el asesoramiento y entrenamiento puede ayudarnos a corregir tendencias que pueden volverse criticas si no se atienden a tiempo. A veces el líder de célula está haciendo algunas cosas inconvenientes o dejando de hacer otras necesarias. El asesoramiento y entrenamiento oportuno ayudará a corregir estas situaciones y evitar que se conviertan en potenciales peligros.

Por otro lado, cuando los líderes hacen bien su tarea por lo general pueden a su vez modelar este trabajo de tal forma que él mismo pueda ser reproducido por los que están bajo su atención. Recientemente escuche a una hermana en nuestra iglesia hablarle a su entrenadora de la manera como ella había aprendido no solamente de sus palabras sino de sus acciones. Y eso fue una de las cosas que la animó a imitar ese ejemplo y seguir ese modelo. Definitivamente el poder asesorar y entrenar a otros en el modelo celular rendirá beneficios que de otra manera no ocurrirán.

En definitiva, la clave para poder desarrollar eficazmente nuestro ministerio está en un buen sistema de entrenamiento y asesoramiento.