The Fourth Dimension (by Mario Vega)

by | Mar 6, 2008 | Cell Church Ministry | 0 comments

marioIt was in the year of 1982 when the book of Pastor Cho “The Fourth Dimension” came to El Salvador. The fact that there was such a numerous church like the one described in the book was simply incredible.cho

Nevertheless, the idea was so exciting that without more knowledge than the little that the book mentions about small groups in houses, several pastors launched themselves to the task of bringing it into practice.

On my part, I made three different attempts to start a work with small groups but they all failed. On their part, the pastors who had undertaken similar efforts had also ended disappointed. After that, I did not want to know anything about cells or groups in homes.

Fortunately, I had done all of these efforts on a small scale, with two or three groups, and had not informed the church as a whole. So I had the opportunity to relaunch the idea once again, even though at that moment I did not want to do it anymore.

Our main weakness was that we did not have any information on the cell model, and most importantly, we had not understood the nature of the New Testament church.

We saw the cell work as a tool to rapidly increase the number of members and not as the return to the primitive nature of the church. There is nothing magical in working with cells; only when we return with the right motivations to God’s nature for his church, we will see his mercy manifest.

Comments?

Mario Vega

I’ve included the Spanish of this blog below:
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La llegada de la Cuarta Dimensión.

Fue en el año de 1982 cuando el libro del Pastro Cho “La Cuarta Dimensión” llegó a El Salvador. El que existiera una iglesia tan numerosa como la que se describa en el libro era simplemente increble.
No obstante, la idea era tan excitante que sin tener más conocimiento que lo poco que ese libro menciona sobre los grupos pequeños en casa varios pastores nos lanzamos a la tarea de ponerla en práctica.
Por mi parte, hice tres intentos diferentes por iniciar un trabajo con grupos pequeños pero todos ellos fracasaron. Por su lado, los otros pastores que haban emprendido esfuerzos similares también haban terminado decepcionados. Después de ello, yo no quera saber nada sobre células o grupos en los hogares.
Afortunadamente, todos esos esfuerzos los haba hecho a pequeña escala, con dos o tres grupos, y no los haba comunicado a la iglesia en su totalidad. De manera que tena la oportunidad de relanzar una vez más la idea, aunque en ese momento no deseaba hacerlo más.
Nuestra debilidad principal fue que no tenamos ninguna información sobre el modelo celular y, lo más importante, no habamos comprendido la naturaleza de la iglesia del Nuevo Testamento. Veamos el trabajo celular como una herramienta para incrementar rápidamente el número de miembros y no como el retorno a la naturaleza primitiva de la iglesia. No existe nada mágico en trabajar con células; solamente cuando con las motivaciones correctas volvemos a la naturaleza de Dios para su iglesia veremos su misericordia manifestarse.
 

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Joel Comiskey, Ph.D., founder of JCG Resources

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