by Mario Vega
Being a cell host is not easy. It involves keeping the house open once a week to receive people on a permanent basis. Hosting requires a deep compassion for the lost.
Hortesia was one of the first hostesses we had at the beginning of our cell work. She hosted one of the first nine cells at Elim. She opened the doors of her house to receive guests for many years. It wasn’t long before new cells multiplied from her house and filled the surrounding area. If for any reason Hortensia wasn’t home, she left her sister in charge so the cell meeting would always take place.
On one occassion, after hosting a cell for more than ten years, I thought it was the right moment to ask Hortensia to take a break. So I instructed her coach to move the cell in her house to a new location, which he promptly did.
A few days later Hortensia asked to speak with me. When she arrived at my office, she burst into tears and asked me in what area she had sinned. I answered that I was not aware of any sin in her life. Then she asked why I had removed the cell from her home.
I explained that she had already served the Lord as a hostess for over a decade, and that I thought she needed a well-earned rest. Yet, through her tears, she asked me not to do that. She told me that it wasn’t a burden to open the doors of her house to host a cell group, and that it was her earnest desire to continue doing so.
Embarrassed, I apologized to her and promised that the cell would continue to meet in her home. It has now been over twenty-five years since Hortensia first opened her home to a cell group. A total of 135 cells have originated from the cell in her house. Many people have come to know Jesus as Lord and Savior through Hortensia’s house, and she keeps on serving the Lord as a hostess.
Joel Comiskey did a great job in summarizing the two words that characterize Elim’s cell ministry: passion and persistence. I believe that if it is not passion and persistence that Hortesiz possesses, then “What is it?”
Mario
Korean translation: http://cafe.naver.com/ncdcell/1308
Portuguese translation: https://jcgresources.com/portuguese/2011/marioOct20.html
Spanish translation:
La pasión y la persistencia como clave para los anfitriones
por Mario Vega
Ser un anfitrión de célula no es algo fácil. Ser anfitrión supone conservar la casa abierta una vez por semana para recibir a personas de manera permanente. Se necesita tener una gran compasión por los pedidos para no decaer en esa función.
Hortensia fue una de las primeras anfitrionas que tuvimos al iniciar nuestro trabajo celular. En su casa se abrió una de las 9 células con que comenzamos. Por muchos años ella abrió las puertas de su casa para recibir a los invitados. Pronto la célula de su casa comenzó a multiplicarse y las nuevas células se ubicaron en casas de nuevos anfitriones en su vecindario.
Cuando por alguna razón Hortensia no estaba en casa, dejaba a su hermana como encargada para que la reunión de célula siempre se realizara.
En una ocasión y después de más de 10 años de trabajo, pensé que era el momento de dejar descansar a Hortensia después de tanto tiempo de fiel servicio. As que instru al supervisor responsable para que trasladara esa célula a casa de un nuevo anfitrión, lo cual, hizo prontamente.
A los pocos das Hortensia me pidió hablar conmigo. Cuando estuvimos en mi oficina de la iglesia se echó a llorar y a preguntarme en qué haba pecado. Yo le respond que yo no estaba enterado de si haba pecado. Ella entonces me preguntó que entonces por qué le retiraba la célula de su casa.
Le expliqué que ya haba servido por más de una década al Señor como anfitriona y que yo haba pensado que ella necesita un merecido descanso. Pero llorando abundantemente me pidió que no hiciera eso. Que para ella no era de ninguna manera molesto abrir las puertas de su casa para la célula y que deseaba seguir haciéndolo.
Apenado, le ped disculpas y le promet que la célula volvera a su hogar. Lo cual, sucedió. Ahora, han transcurrido ya 25 años desde que Hortensia abrió las puertas de su casa. Un total de 135 células se han originado de la célula en su hogar. Muchas personas han conocido al salvador Jesús en casa de Hortensia y ella sigue sirviendo al Señor como anfitriona.
Joel Comiskey hizo un excelente trabajo al resumir el trabajo de iglesia Elim en dos palabras: pasión y persistencia. Creo que si nos es pasión y persistencia lo que Hortensia tiene, entonces, ¿Qué es?
When you wrote, “Hosting requires a deep compassion for the lost” above it occurred to me that this should not be a new concept for Americans, but it is indeed a completely new paradigm. I
Once again, you’ve illustrated just how healthy your cell members are at Elim compared to the western church members who attend a small group for the sole purpose of self-improvement in one or more areas of life.
I also appreciate the way you honestly share how you learn new lessons the hard way as a lead pastor. Thank you for your humble example because I’m learning a lot from you, even though we rarely get to spend time together.
Gracias Pastor Mario Vega por este testimonio,
Justamente estoy orando y pidiendo sabidurÃa al Señor para iniciar la primera célula acá en Alemania. Me entrevisté brevemente con usted a inicios del año pasado en Guatemala. Gracias a Dios he pasado por la primera etapa del proceso de aprender el idioma y la cultura y estamos de cara al 2012 con el fuego en nuestro corazón por comenzar algo pequeño pero con poder de multiplicación. Su vida es un testimonio que nos inspira a creer en lo que para los humanos es imposible.